Mi querido Frato...
Hace tiempo que descubrí sus libros, con sus textos y sus palabras, con su denuncia expuesta en dibujos sencillos que ponían de manifiesto la vida de un niño en la escuela, en casa, en la ciudad, en el mundo...
Que los niños sean niños, y yo, desde mi humilde mundo creado de música, de bailes, de juegos y teatro...una clase de danza creativa se convierte en un juego que se baila.
Permitámos que los niños se descubran, inventen, sueñen, imaginen...porque del juego de un niño, nosotros los adultos podemos aprender mucho.